RECOMENDACIONES DE LA SEMANA
RADIO MICONDOMINIO.COM
PEDRO J RAMIREZ PERDOMO
22/03/2010
Hoy hablaremos sobre la Educación, pero aquella que puede hacer a un ser humano mejor. Nos preguntamos si la educación de los siglos pasados, caracterizada por el predominio de la memoria y la razón, pero dejando de lado, áreas valiosas del carácter humano, ha facilitado superarnos moralmente?. Hay quienes aseguran que no. El solo conocimiento muchas veces permanece en la superficie, sin ser internalizado, sin proporcionar sentimiento alguno. La nueva educación debe darle importancia no solo al conocimiento y a la razón, al saber científico-tecnológico, sino al desarrollo del sentido moral, a los afectos, a la belleza, al arte, a la intuición; aquella que es capaz de descubrir y comprender sin necesidad de la razón. Pero los afectos no podrán desarrollarse en un carácter contaminado por las represiones, por los miedos y temores, por los rencores y bravatas. De manera que el ser humano necesita saber cómo superar los estados emocionales disolventes, que traban y limitan su libertad de acción. No se puede alimentar al intelecto y dejar morir de mengua las emociones. Estas son las que dan el impulso vital, pero cuidado, solo aquellas positivas, armónicas y agradables. Para ello se requieren métodos que sean comprendidos y aceptados individualmente, de manera que cada quien tenga la posibilidad de trabajar sobre si mismo. La enseñanza del control corporal, es tan importante como el control sobre los pensamientos. Muchos se preguntarán, ¿como ser dueño de las emociones, cuando estas de manera inconciente surgen e impulsan acciones no deseadas? Pues si, las fuertes emociones actúan por si mismas y de manera dislocadas, cuando ellas no tienen método capaz de regirlas. Si comprendemos que los pensamientos, pueden crear emociones, entonces habría que poner en práctica aquellos pensamientos que puedan provocar las mejores emociones.
Se deberá educar la mente, para que esta sea capaz, no solo de adquirir conocimiento, sino para que sea capaz de discriminar su propio alimento. Solo pensamientos sanos deberán ser aceptados. La mente es un mecanismo delicado, que si se nutre con ideas optimistas, alegres y felices, provocarán iguales emociones. Educar la mente significará entonces, escoger aquellos pensamientos que proporcionen bienestar. Todo pensamiento se transforma en emoción y esta se transforma en acción. Bombardear la mente con imágenes violentas, crea emociones violentas o de miedo, y así no habrán personas pacificas. El educador debe haberse educado antes a si mismo, para ser fuente de inspiración a sus discípulos, debe ser transmisor además de conocimiento, del afecto necesario que solo lo da un carácter cultivado, para que su conocimiento quede impregnado y sea aceptado con agrado. En la medida que la educación vaya avanzando, seguramente entraremos en la etapa del adquirir, y ¿porque no?, las características del Genio; aquel regido por lo más elevado de el mismo. Hay quienes dicen que dirigido por su ser superior. Lo importante es lograr seres humanos no reactivos, pacíficos, amistosos, conscientes de si mismo, con esa sensación que los hace actuar en Cooperación y no en Competencia, siempre de una manera armónica y útil. Por encima de las apariencias, esa educación ya se está dando en la calle y seguramente producirá mejores ciudadanos, los del Siglo XXI, ese Hombre en su Dimensión Integral, como lo destacó la UNESCO en el año de 1.996. Quizás es solo un sueño, pero recomendamos mantener esos sueños agradables y tratar de llevarlos a la práctica.