¡Pienso, luego soy libre!

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Pedro J. Ramírez Perdomo
Lunes, 2 de mayo de 2.011

Todos tenemos la posibilidad de actuar y de pensar con plena libertad, sin que se nos imponga un criterio o doctrina. En ello se basa la libertad de culto, de religión, y de acción social, siempre y cuando esa libertad no interfiera los derechos de otros. Si pertenecemos a una organización social, comercial, artística, religiosa o política, debemos ajustarnos a sus normas, dictados, reglamentos, disposiciones legales y hasta doctrinas para pertenecer o actuar en ellas, pero si a ellas no pertenecemos, no se nos puede imponer tales normas, porque su radio de acción no abarca fuera de esas mismas organizaciones. El gobierno de un Estado no puede imponerle criterios, normas o doctrinas que pertenezcan al fuero interno del individuo, porque estaría excediendo sus competencias. Ciertamente cualquier gobierno puede seguir un sistema económico, sea capitalista o socialista, siempre y cuando ese sistema sea legítimo y legal, de acuerdo a la Constitución Nacional y no afecte la intimidad de las personas, su vida y libertad, aun de pensamiento o expresión, porque violentaría los mas elementales derechos inherentes al ser humano. Cada quien dentro de la sociedad tiene su vocación individual y debe tener la suficiente posibilidad de ejercerla o practicarla, mediante su estudio o trabajo, sin que ningún sistema de gobierno pueda coartarla u obligar a alguien a estudiar o ejercer una profesión para lo cual no se siente capacitado o facultado, por el mero hecho de ser necesaria. No significa ello que si un estudiante va a estudiar la primaria, secundaria o universitaria, deba establecer su propio sistema de estudio según su criterio o deseos, porque para ello están los pensum de estudios que deben ser cumplidos, pero que se desarrollan bajo la educación y no mediante el adoctrinamiento, que sería la imposición de creencias. La educación o la doctrina militar, podría ser impartida a los componentes de esa rama, pero no ser impuesta a quienes están fuera de ella. Pero tal doctrina no debe ser para la defensa de un gobierno, ni comprometer la vida por la defensa de un sistema económico, porque la fuerza armada, compuesta por el pueblo en armas, debe actuar para la defensa de la Nación. Todo ese componente debe conocer las normas fundamentales de un Estado, los derechos humanos y las leyes de su país, y adquirir una cultura de la paz, con valores humanos muy bien cimentados, para actuar apagado a la legalidad y nunca para usar las armas contra el pueble desarmado, por mas protesta que ejerza en reclamo de algún derecho. Por lo que recomendamos abogar por la educación por una cultura de paz en todos los niveles, para resolver cualquier conflicto de una manera legal y pacífica.



Foto del pensador de Rodín, tomada de este enlace;
http://www.google.co.ve/imgres?imgurl=http://www.indexarte.com.ar/imgs/obras/el-pensador-auguste-rodin.jpg&imgrefurl=http://www.indexarte.com.ar/obras/137/el-pensador.htm&h=400&w=300&sz=30&tbnid=Xltvmc0sBYL4bM:&tbnh=259&tbnw=194&prev=/search%3Fq%3Dfotos%2Bde%2Bun%2Bpensador%26tbm%3Disch%26tbo%3Du&zoom=1&q=fotos+de+un+pensador&hl=es&usg=__TA4wnkLQDs2H9DvMSrzRr8O-XxA=&sa=X&ei=l-zNTZePMI-utwe_-qH2DQ&ved=0CBYQ9QEwAA