lunes, 31 de mayo de 2010

¿Vivimos en un mundo plagado de violencia?

RECOMENDACIONES DE LA SEMANA

RADIO MICONDOMINIO.COM
PEDRO J. RAMIREZ PERDOMO
www.propaz.org
Lunes, 26 de abril de 2.010.

Vivimos un mundo plagado de violencia. ¿Cabria preguntarse si quienes actúan violentamente lo hacen por placer o dolor, con conciencia o sin ella, como una acción o una reacción, como un ataque o defensa, porque nacieron así o se hicieron. ¿Habrá acciones violentas que sean normales, sanas, justificadas y no delictuosas? En una guerra seguramente serán legales, pero no dejan de ser acciones dañinas, que dañan tanto al objeto contra el cual van dirigidas, como contra quien las ha ocasionado. Quienes han regresado vivos de una guerra, aparte de los eventuales daños físicos sufridos, han adquirido una severa perturbación mental y moral. El estrés, los desequilibrios emocionales, el temor, la rabia, la impotencia, el tormento del ruido de las metrallas, de las Bombas; los ha afectado tremendamente. Su conducta revelará su mal estado, casi siempre muy difícil de corregir. Y nos preguntaremos: ¿Valió la pena la Guerra, que ocasionó la destrucción de millares o millones de vidas, de ciudades o pueblos? Originadas por razones económicas, políticas, religiosas o personales, ha predominado en los dirigentes o en la población que la ha sufrido, la ambición, el poder y el sometimiento, la propiedad, las creencias y fanatismos, la soberbia, los odios, rencores y amores. Cuando se impone una única razón, sin aceptar las razones del otro, se inicia el conflicto, la separatividad, la ruptura, la agresión, la guerra y esta nunca podrá ser un medio para obtener la Paz, puesto que la violencia genera más violencia. Nadie tiene la razón total, pues todos tenemos una limitada a nuestra experiencia y a nuestra vida.
La violencia, no solamente puede manifestarse en lo físico, sino en lo psicológico. No solo una conducta puede ocasionar un daño psicológico o reducir la autoestima, sino un alterado estado emocional, un profundo sentimiento de desagrado, de mal humor; generar en otra persona, un estado emocional semejante, que logre definitivamente la perdida de una relación o de una amistad, la disolución de un hogar y hasta la violencia. Y cabria preguntarse, ¿cual fue la causa de ese estado emocional destructivo? Las emociones son como el fuego, que se propagan y contagian. Son los motores de las acciones y se originan en la mente, en los pensamientos, en la imaginación, de manera que todo lo que tienda a cargar la mente con ideas violentas, tendrá una salida física a través de las emociones que produce. Una película, una novela, un teatro, una palabra, un gesto, con una carga violenta, producirá en el espectador la misma reacción y esta, sino es transformada, será la generadora de consecuencias lamentables. Hay que considerar que todos tenemos grados de sensibilidad diferentes, que a todas las personas nos afecta, digamos una película violenta, de una forma diferente. Ciertamente a algunos, les parecerá una diversión, en la seguridad que no es real, pero a otros, les podrá afectar tan profundamente, que los marque de una manera mas prolongada, que les sirva de ejemplo digno de imitar, les active sus emociones violentas y eso los lleve a cometer un crimen.
Las leyes tienden a controlar y a erradicar la violencia, como la “Ley sobre la violencia contra la Mujer y la Familia”, así como la “Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una vida libre la violencia”; pero ni las sanciones, ni las duras penas, han logrado tal fin, porque no han sido consideradas sus causas. La violencia se genera en la mente de cada quien y es allí donde se debe trabajar para reducirla. Una mente sana, tendrá emociones y sentimientos sanos y estos producirán acciones y reacciones correctas.
Se necesita más educación para la formación de hogares donde la mujer no sea considerada un objeto, sino un ser importantísimo rector de la conducta de sus hijos. Guarderías de calidad, para que las mujeres puedan trabajar con tranquilidad emocional. Educación y capacitación para el trabajo a quienes se encuentran privados de libertad y tantas otras que generan grandes beneficios para ir reduciendo los niveles de pobreza, la cual muchas veces está en la mente de cada quien.
Hoy día ya no hace falta demostrar con el combate, las cualidades heroicas o varoniles de nadie, porque los valores que predominaron, digamos en la Grecia de la Iliada, han cambiado.
Necesitamos personas que sean dueñas y no esclavas de lo que piensan y dicen, ejemplos de conductas que tiendan a combatir con ideas luminosas, con un carácter resuelto, alegre y noble, dándole solución a los innumerables problemas que la vida presenta. Personas valientes, sin los miedos que entorpecen y paralizan, ni las imposiciones que controlan y martirizan. Por ello apoyamos los programas de Resolución de Conflictos de una manera pacífica, donde se logran acuerdos y decisiones correctas para todos.
Venezuela quiere vivir en Paz. Debemos actuar movidos por buenos sentimientos, ejerciendo siempre una libertad responsable.

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